CÓMO CONSEGUIR LO QUE QUIERES DE VERDAD
EL DOLOR, EL PLACER Y EL ESTADO DE ÁNIMO
Todos los momentos importantes de la historia mundial
representan el triunfo de una idea entusiasta.
RALPH WALDO EMERSON
Para realizar tu deseo debes descubrir qué es lo que te impide actuar. Piensa en las cosas que has venido postergando hasta el último momento; los impuestos, por ejemplo. ¿NO es cierto que aplazabas el pago simplemente para evitar el trance desagradable, sólo para sufrir más cuando llegó el momento inevitable de hacerlo?
¿Qué sucede el 20 de junio? Los aplazamientos se esfuman, porque cambia radicalmente nuestra apreciación (asociación mental) de lo que es placentero o desagradable. De repente, eludir la acción es mucho más doloroso que comprenderla.
¿Cómo usar esta característica para cambiar nuestra vida? De aquí en adelante, en vez de preguntar «Cómo puedo evitar esta tarea desagradable?», plantéate esto: «Qué precio tendré que pagar si no actúo inmediatamente?».
El dolor puede ser tu amigo si lo usas eficazmente.
¿Acaso somos corno los animales de Pavlov que respondían, simplemente, a los estímulos de recompensa y castigo? Claro que no. Uno de los milagros del ser humano es su capacidad de decidir lo que considera causas de placer y de dolor. Un huelguista de hambre, por ejemplo, puede sufrir físicamente pero transforma su experiencia en placer moral porque se centra en el impacto positivo que su acción produce al atraer la atención del mundo a una causa digna.
Todos tenemos este poder de decisión. El secreto del éxito consiste en saber usar el placer y el dolor para provecho propio.
¿Hay algo en tu vida que te produzca un dolor innecesario? ¿Son tus actos reacciones en lugar de elecciones deliberadas? ¿Cómo podrías cambiar la situación y convertir un acontecimiento aparentemente doloroso en una agradable oportunidad de aprender, desarrollarte o de ayudar a los demás?
Las cosas que asocias con el dolor y las que asocias con el placer son las que dan forma a tu destino. Todos hemos aprendido y adoptado un modo de comportamiento que nos libera del dolor y nos produce placer. Algunos lo consiguen con la bebida, el tabaco, el exceso de comida o el abuso verbal contra los demás. Otros, con el ejercicio, la conversación, el aprendizaje, la ayuda a los demás o las aportaciones constructivas de cualquier tipo.
¿Qué pautas sigues tú para evitar el dolor y sentir placer? ¿Cómo han influido en tu vida hasta ahora? Haz una lista de estas estrategias. ¿Qué haces para sentirte mejor? ¿Ver la televisión? ¿Encender un cigarrillo? ¿Ir a dormir? ¿De qué maneras mis positivas podrías evitar el sufrimiento y conseguir el placer?
Para la mayoría de la gente, el miedo a la pérdida es mucho mayor que el deseo de ganar. Trabajarían mucho más duro para mantener lo que tienen que para correr los riesgos necesarios para lograr la realización de sus sueños.
¿Qué te motiva más? ¿Evitar que alguien te robe los 100.000 dólares que has ganado en estos últimos cinco años o aprovechar la oportunidad de ganar 100.000 dólares más a lo largo de los próximos cinco años?
A menudo, cuando vemos a personas importantes, damos por sentado que han sido, simplemente, más afortunadas, que han tenido un don especial. En realidad, supieron usar mejor sus habilidades humanas, sencillamente porque no ser, no hacer y no compartir a fondo les hubiera hecho muy desgraciadas. La vida abnegada de la Madre Teresa, por ejemplo, estaba inspirada en la clara relación que ella había establecido entre el dolor propio y el ajeno. Esta relación la impulsaba a ayudar a cualquiera que sufría, estuviera donde estuviera en el mundo. Su mayor placer consistía en aliviar su dolor. (Pero, como veremos más adelante, no había sido siempre así.)
¿Cuál es tu mayor fuente de dolor y de placer, y cómo influyen en tu vida actual?
Los sentimientos contradictorios suelen ser la causa del sabotaje que a veces hacemos a nuestros propios asuntos y, sin duda, limitan nuestra capacidad de disfrute y éxito en la vida.
La gente, por ejemplo, dice a menudo que le gustaría ganar más dinero. Desde luego, tiene el ingenio y la inteligencia para encontrar la manera de conseguirlo. El obstáculo son los sentimientos o asociaciones de ideas contradictorias. Pueden pensar que amasar una fortuna les daría más libertad, seguridad y la posibilidad de ayudar a sus seres queridos. Al mismo tiempo, pueden asociar el «exceso» de dinero con el derroche, la manipulación y la superficialidad.
Si alguna vez te has dado cuenta de que das dos pasos hacia delante y uno hacia atrás, la culpa es de las asociaciones contradictorias; asocias, por ejemplo, la consecución de tus objetivos con el placer pero también con el dolor.
¿Qué asociaciones contradictorias influyen en tu vida?
¿Existe alguna faceta de tu vida que te gustaría mejorar sustancialmente —-tu situación económica o tus relaciones personales— pero en la que pareces encontrar obstáculos?
Anota tu respuesta en un folio y divide la página en dos, En la parte izquierda, apunta todas las emociones negativas que tu anotación te sugiere, en la derecha, las positivas.
¿Son los puntos negativos más numerosos que los positivos? ¿Hay alguna asociación negativa que pese más que todas las positivas juntas? ¿Refleja este (des)equilibrio los resultados que has tenido hasta el momento?
A la luz del escrutinio racional, las asociaciones negativas suelen perder su poder; el primer paso es la concienciación.
¿Has tenido alguna vez la sensación de que, hagas lo que hagas, el resultado será doloroso? veces, por ejemplo, pensarnos que mantener una relación nos hará desdichados pero romperla significará estar solos,.. y aún más desdichados. En consecuencia, no hacemos nada. ¡Y somos desdichados!
En vez de sentirte atrapado, usa tu dolor como si fuera tu mejor aliado. Piensa en tus experiencias pasadas y presentes. Siente el dolor con tanta intensidad que, por fin, te impulse a actuar. Es lo que llamamos alcanzar un umbral emocional. En lugar de quedarte esperando esta emoción inevitable, ¿por
qué no producirla consciente y activamente de un modo que te motive a mejorar este aspecto de tu vida? Empieza hoy mismo.
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La fuerza de voluntad nunca da resultado... al menos no a largo plazo. ¿Has alcanzado alguna vez un umbral emocional, digamos que respecto a tu forma física, al sentirte «harto de todo»? ¿Qué hiciste? Quizá decidieras sufrir, recurriendo a la fuerza de voluntad para seguir un régimen. Pero, evidentemente, cualquier resultado fue transitorio porque la negación de comida es siempre dolorosa y tu cerebro no te permitirá seguir sufriendo cuando hay otras alternativas.
¿Cuál es la solución? En vez de luchar contra tus instintos naturales, cambia las cosas que asocias con la comida hasta eliminar el dolor. Recuerda siempre los sentimientos negativos que experimentas cada vez que comes en exceso Vuelve la comida desagradable y el ejercicio agradable y te sentirás irresistiblemente atraído por las cosas apropiadas.
Una de mis definiciones del éxito es vivir la vida de una manera que te aporte continuamente un máximo de placer y un mínimo de dolor y gracias a tu modo de vivir, transmitir a la gente que te rodea mucho placer y poco dolor. Para conseguirlo, hemos de madurar y dar a los demás.
¿Cuánto éxito tienes de acuerdo con esta definición? ¿Qué podrías hacer, hoy mismo, para disfrutar iri5.s de la vida y para dar más a la gente que te rodea?
La postergación es una de las formas más comunes de evitar el dolor. Pero, normalmente, aplazar la acción sólo significa un próximo aumento del dolor.
¿Cuáles son las cuatro cosas que has venido postergando y que necesitan de tu atención hoy mismo? Haz una lista y responde a las siguientes preguntas:
1) ¿Por qué no he actuado? ¿Con qué emoción desagradable asociaba la acción en el pasado?
2) ¿Qué placer obtenía al mantener esta actitud negativa?
3) ¿Qué precio tendré que pagar si no cambio mi actitud ahora mismo? ¿Cómo me siento al respecto?
4) ¿Qué placer obtendré si emprendo la acción ahora mismo?
¿Alguna vez has pensado: «a Cómo pude hacer algo tan estúpido?». O, a la inversa: «Es increíble! ¿Cómo pude hacer algo tan asombroso? No me reconozco a mí mismo».
¿Cuál es la diferencia entre un acto estúpido y otro brillante? Raras veces depende sólo de la habilidad. Suele ser nuestro estado de ánimo y el físico lo que, en cada momento dado, determina nuestro modo de pensar, sentir, comportarnos y actuar. Si conoces el secreto de cómo tener acceso a los estados más potentes de la mente y el sentimiento, podrás hacer verdaderos milagros. Si el estado de ánimo es adecuado, las ideas y la habilidad afloran sin esfuerzo aparente.
¿Qué podrías conseguir si tu estado de ánimo fuera óptimo cada día?
A todos nos han vendido un cuento de felicidad. Nos dicen que, algún día, cuando ocurran las cosas adecuadas, seremos finalmente felices. Cuando encontremos la pareja ideal..., cuando ganemos mucho dinero..., cuando consigamos el cuerpo perfecto..., cuando tengamos niños..., cuando nos jubilemos.
La verdad es que estas cosas no dan la felicidad. Pero, si aprendes a cambiar tu estado de ánimo, los beneficios serán inmediatos. A fin de cuentas... ¿por qué queremos esas cosas? ¿No es porque pensamos
que la pareja ideal, los niños o el dinero nos harán sentirnos mejor? Pero ¿quién nos hará sentir mejor cuando consigamos todo esto? Nosotros mismos. ¿Por qué esperar? Hazlo ya.
¿Sabes cómo conseguir sentirte mejor? ¿Podrías sentirte totalmente feliz, entusiasmado, eufórico, si quisieras? ¡Claro que sí! Basta con cambiar de actitud.
¿Recuerdas alguno de esos momentos en que te sentías en el séptimo cielo? Rememóralo con todo detalle... Escucha los sonidos a tu alrededor... ¡Siente la aceleración de tu pulso! Respira como en aquel momento, pon la misma expresión en tu cara y muévete como entonces. ¿Vuelves a experimentar aunque sea un atisbo de aquel entusiasmo? ¿Te sería posible sentirte así en cualquier momento que lo desearas?
Las formas de percibir y vivir la realidad son ilimitadas. Cualquier sensación dada puede sernos accesible en cualquier momento. Basta con sintonizar el canal adecuado. ¿Cómo? Hay dos secretos para poder cambiar el estado emocional en un instante. El primero consiste en cambiar la actitud mental.
Piensa en uno de los recuerdos más queridos de tu vida. ¿Cómo te sientes al hacerlo? ¿En qué otra cosa podrías pensar para sentirte así de feliz?
Mañana, estudiaremos de qué otro modo se puede cambiar el estado de ánimo en un instante.
El cambio de actitud es sólo una de las maneras con las que se puede cambiar el estado emocional. Otra manera, más rápida y eficaz, supone hacer uso del cuerpo, de la fisiología. La mayoría de la gente, por ejemplo, cuando no está contenta empieza a beber, a fumar, a comer, a dormir o a tomar drogas. Pero podrían recurrir a estrategias positivas como bailar, cantar, hacer ejercicio o hacer el amor.
Cada una de nuestras emociones está asociada a una fisiología concreta. ¿Qué postura física adoptarnos cuando estamos deprimidos? Hombros caídos, cabeza gacha, respiración poco profunda, expresión ida. Cuando, al contrario, nos sentimos felices y contentos, los hombros se yerguen, las cabezas se levantan y los pulmones se llenan de aire. Podemos provocar estos cambios fisiológicos deliberadamente y producir así de inmediato los cambios emocionales deseados.
Algunas cosas muy sencillas pueden ejercer una enorme influencia. Si quieres adquirir un hábito divertido del que cosecharás beneficios inesperados, realiza el siguiente ejercicio.
Durante los próximos siete días, plántate delante del espejo cinco veces al día y, a lo largo de un minuto, no hagas otra cosa que sonreír de oreja a oreja. Te parecerá estúpido al principio pero la repetición de este ejercicio conseguirá que tu sistema nervioso genere sentimientos de felicidad, espontaneidad, buen humor y frivolidad. Y lo que es más importante: serás «programado» para sentirte bien y desarrollarás el hábito físico de la felicidad. ¡Hazlo ahora mismo y diviértete!
La edad no es tanto una cuestión cronológica corno fisiológica y de actitud. Son muchos los que viven largos años sin perder sus andares alegres y su flexibilidad mental.
Podemos encontrar un ejemplo sencillo en los días de lluvia. ¿Qué hacen las personas «mayores» cuando ven un charquito? ¡No sólo lo rodean sino que además no paran de quejarse!
Los niños, por el otro lado, y los que son jóvenes de corazón, no dudan en meter los pies en el agua, chapotear y divertirse.
Disfruta de los «charquitos» de la vida. Camina con alegría y con una sonrisa en la cara. Busca nuevas prioridades: sé feliz, juguetón y exagerado. ¡Estás vivo! ¡No necesitas una razón especial para sentirte bien!
Un modo excelente para dar sabor a tu vida es ampliar tu gama de emociones. ¿Cuántas emociones sueles experimentar a lo largo de una semana? Haz una lista.
Repásala. Si hay menos de una docena de emociones, añade aquellas que te gustaría experimentar con más frecuencia. La mayoría de la gente sólo siente una fracción de las miles de emociones que podría vivir.
Date cuenta de que puedes ampliar tu gama emocional con sólo cambiar de actitud mental y física. Elige una de las emociones positivas que te gustaría sentir y adopta ahora mismo la postura corporal que tendrías si la sintieras de verdad. Muévete, habla y gesticula de la manera que corresponde a esta emoción. ¡Disfruta del cambio inmediato de tu estado de ánimo!
Has vivido alguna vez, una situación que te volviera loco de furia, confusión y frustración pudiendo, sin embargo, ahora, años después del acontecimiento, recordarlo y reír de aquello que tanto te molestó entonces? A todos nos han dicho, en algún u otro momento: «Algún día te reirás al recordarlo». Richard Bandler, uno de mis maestros y cofundador de PNL, me preguntó en cierta ocasión: «Por qué esperar? ¿Por qué no reírse ya?».
Inténtalo hoy. Ríete de algo que, hasta el momento, te parecía sencillamente insoportable. ¿Crees que eres un poco más capaz de dominar la situación?
¿Alguna vez esperabas que tu pareja volviera a casa a una hora determinada y él o ella se retrasara? Quizá pensaras que su impuntualidad era resultado de su falta de interés. O que había tenido un accidente. O que él o ella se había detenido en alguna tienda para comprarte un regalo.
Nuestros pensamientos determinan nuestras emociones. Y éstas —el estado de ánimo— influyen poderosamente en nuestros actos y relaciones. En vez de llegar a conclusiones precipitadas, considera todas las posibilidades y céntrate en aquella que te dará fuerzas a ti y a los que te rodean.
Un ejemplo excelente del poder de la concentración es un coche que corre. Cuando empieza a patinar, el reflejo natural consiste en mirar el muro que querernos evitar. Pero centrándonos en lo que tememos acabamos dirigiéndonos directamente hacia ello. Los conductores de carreras saben muy bien que inconscientemente seguimos la dirección de nuestra atención de modo que, en el momento en que sus vidas corren un gran peligro, apartan su atención del muro y se centran exclusivamente en la calzada que se abre ante ellos.
En la vida, la mayoría de la gente se centra en lo que no quiere. Si te resistes al miedo, tienes fe y disciplinas tu atención, tus actos te llevarán de manera natural hacia la dirección que deseas. Libérate del miedo y céntrate ya en aquello que verdaderamente deseas y te mereces.
La emoción es el resultado del movimiento. La próxima vez que quieras salir a hacer jogging pero sin tener muchas ganas. Plantéate la posibilidad de salir a saltar a la comba. Los saltitos son un modo muy eficaz para cambiar tu estado de ánimo, porque:
1) Son un buen ejercicio.
2) Cansan menos que el jogging.
3) Es imposible hacerlos sin reírte.
4) ¡Divertirás a todos los vecinos que te vean!
La manera más eficaz de controlar tu atención es haciéndote preguntas. Tu cerebro dará respuestas a cualquier pregunta que te plantees. Si preguntas, por ejemplo: «¿Por qué permito que tal o cual se aproveche de mí?», no puedes evitar centrar tu atención en la manera en que te explotan, sea esto verdad o no. Pero si te preguntas: «Cómo puedo remediar esta situación?», es indudable que obtendrás respuestas que te permitirán emprender una acción positiva.
La fuerza de las preguntas adecuadas queda demostrada por la experiencia de un chico joven que recibió una paliza de un abusón del séptimo curso de su colegio. El chico juró vengarse, consiguió una pistola y fue a buscar al agresor.
En el instante antes de dispararle, pensó: «Qué me pasará si aprieto el gatillo?». Se imaginó a sí mismo en la cárcel, y la imagen fue más dolorosa que cualquier otra experiencia. Desvió el arma y disparó contra un árbol.
El chico se llamaba Bo Jackson. El cambio del objeto de su atención, la decisión tomada tras sopesar el dolor y el placer, supuso la diferencia entre un chico sin futuro y el que había de convertirse en una de las más grandes leyendas deportivas.
¿Qué preguntas podrías hacerte hoy mismo para cambiar tu vida futura?
¿Te han dicho alguna vez: «Te espera un futuro brillante»? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué pasaría si te dijeran que tu futuro será negro? ¿O que tus planes suenan muy bien pero que claman por una mayor elaboración? ¿O que tu nuevo compañero de piso «es escalofriante» o «realmente cálido»?
La diferencia no está sólo en las palabras sino también en los sentimientos que éstas suscitan, Los que hablan en términos de futuro brillante o negro operan de manera visual y les afectan mucho las impresiones visuales. En otros influyen más las impresiones auditivas (los términos «suenan» y «claman» son auditivos). Y en otros tiene mayor peso su manera de percibir las cosas («escalofriante» y «cálido» son términos kínestéticos).
¿En qué términos suelen operar los mecanismos de tu atención?
¿De qué maneras sanas podrías mejorar tu estado emocional sin tener que recurrir al tabaco, el alcohol, las comilonas, el consumismo o cualquier otra acción de consecuencias negativas?
¡Pensemos intensamente durante unos minutos!
1) Haz una lista de todos los métodos que utilizas actualmente para sustituir los sentimientos dolorosos por otros placenteros.
2) Añade otros métodos que tal vez no has usado nunca pero que te parecen capaces de cambiar tu estado de ánimo. No pares hasta haber reunido al menos 15 nuevas ideas, preferiblemente 25 o más. Es muy probable que quieras repetir este ejercicio hasta descubrir centenares de formas sanas para mejorar tu estado anímico
Para recorrer la «vía rápida» que va del dolor al placer, des cubre maneras múltiples para cambiar tu actitud ante las cosas. Considera las siguientes estrategias:
Canta al son de tu música favorita..., lee algo que te proporcione información y te sea útil en seguida. .., ríete con una película o un espectáculo divertido..., nada algunos centenares de metros..., come con un amigo o con tu familia..., baila..., tómate un baño caliente..., busca ideas nuevas..., conoce a gente nueva ..., cuenta chistes tontos a tus amigos, sabes que no te querrán menos por ello..., haz una anotación en tu diario..., abraza a tu pareja y luego dale un beso.
¡Elige una de estas estrategias y ponla en práctica ya!
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