sábado, 4 de septiembre de 2010

EL SUTRA DEL LOTO

“Ser filósofo no consiste únicamente en tener pensamientos perspicaces, ni tampoco en fundar una escuela… consiste en solucionar los problemas que plantea la vida, no de un modo teórico sino práctico.”
Henry David Thoreau

Nos parece que los cisnes nadan tranquilamente, pero aunque no podamos verlo, pedalean sin cesar bajo el agua. Del mismo modo, el budista práctica mucho día a día y, no sin esfuerzo, allana el camino para que las cosas le vayan bien en la vida. La práctica budista, establecida por Nichiren, consiste en invocar la frase Nam-myojo-rengue-kyo al Gohonzon, un pergamino de caracteres chinos y sánscritos.

Se invoca Nam-myojo-rengue-kyo para alcanzar la iluminación, pero también con la intención de obtener felicidad, crecimiento personal, para mejorar la salud o para cumplir objetivos temporales… o cualquier cosa.
Puedes invocarlo para encontrar pareja, o para que te vaya mejor con el ser que amas. También puedes invocarlo para evitar la depresión o para superar la desesperanza… su forma de ser hasta tener un entorno más pacifico.

NICHIREN Y EL SUTRA DE LOTO

Desde los 12 años, Nichiren, hijo de un pescador, empezó a estudiar los sutras, jurando convertirse en “el hombre más sabio de Japón”. Nació el 16 de febrero de 1222, vivió en un momento de gran agitación religiosa y política, cuando los señores feudales competían por el poder y Japón se regía por shoguns hereditarios.

En el siglo XIII, Japón sufría con las plagas, la inestabilidad política, los terremotos y la amenaza inminente de las invasiones extranjeras. A los 16 años, Nichiren se ordenó como monje y entabló un riguroso estudio comparativo de la confusa diversidad de enseñanzas budistas, especialmente las de la secta Tendai, basadas en las enseñanzas del sabio chino T’ient’ai. Aunque Nichiren reconoció el logro del sabio chino por clasificar los sutras y por establecer el Sutra del Loto como el supremo, se dio cuenta que los métodos de meditación establecidos escapaban a la gente común. También noto que la vida de los sacerdotes, de diversas sectas, estaban degradados. Competían entre sí por la fama y por obtener beneficios. Al final terminaron buscando el poder político y distanciándose del público.

El 28 de abril de 1253, Nichiren declaró la ley Nam-myojo-rengue-kyo como la única verdadera y que estaba en las profundidades del Sutra del Loto.

El budismo de Nichiren no exige la renuncia ni la supresión de los deseos humanos, lo cual suponía un cambio fundamental respecto de las demás escuelas, que insistían en la extinción de los deseos terrenales para alcanzar la sabiduría suprema. Nichiren afirmaba que la fuente de todo deseo es la vida misma; mientras avanza la vida, instintivamente deseamos vivir, conservar el amor, buscar provecho, etc.

Como el deseo nace de lo más profundo de la vida, es prácticamente indestructible. Hasta la sed de iluminación es un tipo de deseo.
La civilización avanzó gracias a los instintos y deseos de hombres y mujeres. La búsqueda de la riqueza dio lugar al crecimiento económico….El amor (un deseo humano básico), inspiró la literatura…

Los seguidores de Nichiren oran día y noche por sus deseos personales junto al telón de fondo de deseos más elevados como la iluminación individual y la paz mundial.

Según antiguas convenciones religiosas indias, la frase Nam-myojo-rengue-kyo se describiría como un mantra, y el Gohonzon o el pergamino hacia el que se dirige la invocación de la ley, como un madala.
Pero la práctica budista de Nichiren es una expresión dinámica de la mente y el espíritu.

La mente puede distraerse fácilmente con las preocupaciones, las fantasías y otros pensamientos. En cambio, la invocación de Nam-myojo-rengue-kyo sirve para centrar la mente. Se invoca con un ritmo uniforme y enérgico, aunque no tan alto como para molestar a los vecinos o dar dolor de cabeza a quienes se encuentren en la misma habitación.

La analogía entre el Nam-myojo-rengue-kyo y la leche. Los bebés se alimentan de leche materna y, más adelante, de leche de vaca, mucho antes de saber lo que significa Leche. Las ventajas nutritivas son intrínsecas a la leche. Otro ejemplo es que no necesitamos saber cómo funciona un coche para utilizarlo para ir a algún sitio.

Nam-myojo-rengue-kyo funciona con todo el mundo, mayores y jóvenes, ricos y pobres, escépticos y crédulos, ignorantes y astutos, africanos y asiáticos, republicanos o democráticos…

Nam-myojo-rengue-kyo es la ley del universo, y al invocarla revelas la ley de tu propia vida, situándote en armonía o ritmo con el universo.
La palabra ley se emplea aquí en su sentido científico, como la ley de la gravedad, nos afecta independientemente de que entendamos o no su funcionamiento.

El budismo tiene una base teórica y otra científica. Nichiren reveló la ley de la vida, Nam-myojo-rengue-kyo, y la transmitió a sus seguidores y a las futuras generaciones con unas instrucciones implícitas. Ved si funciona siempre, en todas las situaciones y circunstancias…

La diferencia entre el estudio teórico y la práctica budista es como la diferencia entre saber de minería y hacer fortuna. Nunca podrás conocer la profundidad de Nam-myojo-rengue-kyo hasta que lo experimentes directamente.
En el Budismo, al igual que en la vida, no hay nada que pueda sustituir la experiencia directa.

Nam-myojo-rengue-kyo

Nam
Viene de la palabra sánscrita namas (dedicarse a uno mismo)
myojo
Significa “Ley mística” o aquella que siendo cierta no se puede explicar. Por ejemplo,¿Qué es en realidad la gravedad?¿Por qué algunos nacen minusválidos o mueren jóvenes?
Myo es el nombre que recibe la naturaleza mística de la vida, y jo, sus manifestaciones. Por tanto myo significa literalmente “místico” o indescriptible y jo significa todos los fenómenos. Otros significados que Nichiren subraya respecto a myo son: abrir, reavivar y estar dotado.
En otros escritos Nichiren describe myo como la muerte y jo, como la vida.
La razón de los diversos significados de la palabra myo es porque la escritura china, el idioma de la erudición en el Japón antiguo y el idioma en el que trabajaba Nichiren, es extraordinariamente descriptivo; cada carácter evocaba un contexto de significados mayores y asociados.
rengue

Significa literalmente “Flor de loto”. En la naturaleza, la planta del loto germina y florece a la vez, lo cual simboliza la simultaneidad de la causa y el efecto.
Kyo
Significa sutra o enseñanza. Pero también puede interpretarse como “sonido”
Tradicionalmente, el Buda difundió sus enseñanzas oralmente en una época en la que no se confiaba en la escritura, pues se consideraba propicia para la falsificación y la interpretación incorrecta. Se dice que “La voz hace el trabajo del Buda”

En resumen si lo unimos todo, la frase Nam-myojo-rengue-kyo podría traducirse como “Me entrego a la ley mística de causa y efecto mediante el sonido”.

Cuando uno invoca, se forma una promesa o determinación. En lugar de “Deseo que ocurra esto o lo otro”, o “Señor, dame fuerza para hacer que ocurra esto y lo otro”, la oración budista casa más bien con la mentalidad de “Haré que ocurra esto o lo otro” o “Prometo hacer los siguientes cambios en mi vida para que ocurra esto y lo otro”.

Según el budismo, la realidad de causa y efecto es mucho más sutil y compleja.
En el momento que se crea una causa, se registra un efecto como una semilla que se planta en las profundidades de la vida.
El efecto sólo se manifiesta cuando se dan las circunstancias externas adecuadas. Por ejemplo, una bellota cae al suelo y echa raíces en la tierra. Pueden pasar décadas hasta que un pequeño roble manifieste todo el efecto de esta causa.

Otro ejemplo negativo, supongamos que alguien come alimentos con mucho colesterol durante un periodo de tiempo. Pero los efectos perjudiciales, como la arteriosclerosis o las enfermedades del corazón, pueden no aparecer hasta muchos años después.
Los seres humanos crean infinitas causas día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y con cada causa recibimos un efecto.

El budismo subdivide el concepto de causa y efecto en causas internas, causas externas, efectos latentes y efectos manifiestos.
Por ejemplo, si alguien te pega y tu se lo devuelves, el primer golpe es el estimulo al segundo golpe, pero no la causa fundamental. Puedes mantener que pegas a esa persona porque te ha pegado, pero en realidad le pegas porque tú eres así. La causa real estaba dentro de ti, lista para ser activada por la causa externa. Es posible que en anteriores momentos de tu vida aprendieras a enfadarte y estar a la defensiva. Esta predisposición a devolver los golpes hace que pegues a alguien que te pega- no el simple hecho de que te peguen. Podría decirse que era tu karma el que contraatacaba en esta situación.