viernes, 11 de diciembre de 2009

LA VIDA DE ALLAN KARDEC: PADRE DEL ESPIRITISMO MODERNO

Biografía de Allan Kardec
Hypolite León Denizar Rivail (Allan Kardec), nació el 3 de octubre de 1804, en Lyon Francia. El era hijo de un juez Jean Baptiste-Antoine Rivail, y su madre se llamaba Jeanne Louise Duhamel.

El profesor Rivail hizo en Lyon sus primeros estudios y completó posteriormente su escuela en Yverdum (Suiza), con el célebre profesor Pestalozzi, de quién rapidamente se tornó en uno de sus más eminentes discípulos, colaborador inteligente y dedicado. Se dedicó de corazón a la propaganda del sistema de educación que ejerció una gran influencia en la reforma de los estudios en Francia y en Alemania.
Muchísimas veces, cuando Pestalozzi era llamado por los gobiernos para fundar institutos semejantes al de Iverdum, le confiaba a Denizar Rivail el encargo de substituirlo en la dirección de su escuela. Lingüista insigne conocía a fondo y hablaba correctamente el alemán, el inglés, el italiano y el español; conocía también el holandés, y podía facilmente expresarse en esta lengua. Miembro de varias sociedades sabias, en especial de la Academia Real de Arras, fué autor de numerosas obras de educación, entre las cuales podemos citar:
Plano propuesto para el mejoramiento de la Instrucción Pública (1828)
Curso Práctico y teórico de Aritmética, según el método de Pestalozzi, para uso de los profesores y madres de Familia (1829)
Gramática Francesa Clásica (1831)
Manual para exámenes de Capacidad; soluciones racionales de preguntas y problemas de Aritmética y Geometría (1846)
Catecismo gramatical de la Lengua Francesa (1848)
Programas de cursos ordinarios de Física, Química, Astronomía y Fisiología, que profesaba en el Liceo; Dictados normales de los exámenes de Prefectura y de la Sorbona, acompañados de Dictados especiales sobre las dificultades ortográficas (1849)
Más allá de las obras didácticas, Rivail también hacía contabilidad de casas comerciales, pasando entonces a tener una vida tranquila en términos económicos. Su nombre era conocido y respetado y muchas de sus obras fueron adoptadas por la Universidad de Francia. En el mundo literario, conoció la profesora Amélia Gabrielle Boudet, con quién contrajo matrimonio el día 6 de febrero de 1832.
En 1854, a través de una amigo llamado Fortier, el profesor Denizar oyó hablar por primera vez sobre los fenómenos de las mesas giratorias, en moda en los salones Europeos, desde la explosión de los fenómenos espíritas en 1848, en la ciudad de Hydesville en los Estados Unidos, con las hermanas Fox. En el año siguiente, se interesó más por el asunto, pues recibió nuevas informaciones sobre la intervención de los Espíritus, información dada por el Sr. Calotti, su amigo hacía 25 años. Después de algún tiempo, en mayo de 1855, él fué convidado para participar de una de esas reuniones, por el Sr. Patier, un hombre muy serio e instruido.
El profesor era un gran estudioso del magnetismo y aceptó participar, pensando que eran fenómenos relacionados. Despues de algunas sesiones comenzó a preguntar para descubrir una respuesta lógica que pudiese explicar el hecho de que objetos inertes emitieran mensajes inteligentes. Se admiraba con las manifestaciones, pues le parecía que detrás de ellas había una causa inteligente responsable por los movimientos. Resolvió investigar, pues sabía que allí estaba la revelación de una nueva ley.
Las "fuerzas invisibles" que se manifestaban en las sesiones de mesas parlantes decía que eran almas de hombres que habían vivido en la Tierra. El Codificador se intrigaba más y más. En uno de esos trabajos, un mensaje fué destinado específicamente a El: " Daría vida a una nueva Doctrina filosófica, científica y moral." Kardec afirmó que siendo el escojido, todo haría para desempeñar con empeño las obligaciones encomendadas.
Allan Kardec inició su observación y estudio de los fenómenos espíritas, con el entusiasmo propio de las personas maduras y racionales, más su primera actitud es de escepticismo: "Yo ceeré cuando vea, y cuando consigua probar que una mesa dispone de cerebro y nervios, y que se puede tornarse sonámbula".
Después de la extrañeza y de la incredulidad inicial, Rivail comienza a pensar seriamente en la validez de tales fenómenos y continua en sus estudios y observaciones, más y más convencido de la seriedad de lo que estaba presenciando. El nos relata: "De repente me encontraba en medio de un hecho extraño, contrario, a primera vista, a las leyes de la naturaleza, ocurriendo en presencia de personas honradas y dignas de fé. Más la idea de una mesa parlante aún no cabía en mi mente".
El desarrollo de la Codificación Espírita basicamente tiene su inicio en la residencia de la familia Baudin, en el año de 1855. En la casa había dos niñas que eran mediums. Se trataba de Julie y Caroline Baudin de 14 y 16 años respectivamente. A través de la "Cesta", un mecanismo parecido a las mesas parlantes, Kardec hacía preguntas a los espíritus desencarnados, que las respondían por medio de la escritura mediúmnica. A medida que las preguntas del profesor se respondían, El percibía que allí se genereba el cuerpo de una doctrina y se preparó para publicar lo que más tarde se transformó en la primera obra de la Codificación Espírita.
La forma por la cual los Espíritus se comunicaban en el inicio, era a través de la Cestita que tenía un lápiz en el centro. Las manos de la medium eran colocadas en los bordes, de forma que los movimientos involuntarios, provocados por los espíritus, producían los escritos. Con el tiempo, la cestita fué substituida por las manos de los mediums, dando origen a la conocida sicografía. De las consultas hechas a los Espíritus, nació el "Libro de los Espíritus", lanzado el 18 de Abril de 1857, desvelando para el mundo todo un horizonte de posibilidades en el campo del conocimiento.
A partir de ahí Allan Kardec se dedicó intensivamente al trabajo de expansión y divulgación de la Buena Nueva. Viajó 639 leguas, visitó 20 ciudades y asistió a más de 50 reuniones doctrinarias de Espiritismo.
Por su profundo amor al Bien y a la Verdad, Allan Kardec edificó para siempre el mayor monumento de sabiduría que la Humanidad pudiera ambicionar, desvelando los grandes misterios de la vida, del destino, por la compresión racional y positiva de las múltiples existencias, todo a la luz de los postulados del Cristianismo.
Hijo de Padres católicos, Allan Kardec fué criado en el Protestantismo, más no abrazó ninguna de esas religiones, prefiriendo situarse en la posición de libre pensador y hombre de análisis. Situado en esa posición, de una vida intelectual absorbente, fué el hombre de caracter libre y de saber profundo, despierto para el examen de las manifestaciones, llamadas mesas girantes. En ese tiempo el mundo estaba lleno de curiosidad por los innumerables hechos síquicos que, por toda parte, se registraban y que, poco después, culminaran en el advenimiento de la altamente consoladora doctrina que recibió el nombre de Espiritismo, teniendo como su codificador, el educador emérito e inmortal de Lyon.
El Espiritismo no era, en tanto, creación del hombre y si una revelación divina para la Humanidad por la defensa de los postulados legados por el Rabí de Galilea, en un momento en que el materialismo avallasador conquistaba las más brillantes inteligencias y los cerebros prominentes de Europa y América.
La Codificación de la Doctrina Espírita colocó a Kardec en la galería de los grandes misioneros y benefactores de la Humanidad. Su obra es un acontecimiento tan extraordinario como la Revolución Francesa. Esta estableció los derechos del hombre dentro de la Sociedad, aquella instituyó los lineamientos del hombre con el Universo, le dió las llaves de los misterios que tenían los hombres, dentro de ellos el problema de la muerte, los cuales hasta entonces habían sido equivocados por las religiones. La misión del Maestro, como había sido pronósticada por el Espíritu de Verdad, era de escollos y peligros, pues ella no sería apenas la de codificar, sino principalmente la de instruir y transformar la Humanidad. La misión le fué tan ardua que, en nota de 1 de Enero de 1867, Kardec se refería a las ingratitudes de amigos, a los odios de los enemigos, a las injurias y calumnias de personas fanáticas. Entre tanto El jamás desfalleció ante la tarea.
Su seudónimo, Allan Kardec, tiene el siguiente origen: Una noche, el Espíritu que se autodenominaba "Z",a través de un medium en una comunicación personal, le dijo, entre otras cosas, lo acontecido en una existencia anterior, cuando vivía con los Druidas en las Galias llamándose en ese entonces Allan Kardec. La amistad con el Espíritu Zéfiro aumentaba, prometiéndole ayudarlo en la tarea transcendental a que era llamado, y que facilmente llevaría a término. En el momento de publicar el Libro de los Espíritus, el autor presentó un dilema en la firma de las obras. Lo haría con su nombre Denizard Hipolyte León Rivail, o con su seudónimo Allan Kardec. Siendo su nombre muy conocido en el mundo científico, en virtud de sus trabajos anteriores, y pudiendo originar una confusión, y perjudicar el éxito de la tarea, decidió adoptar el nombre de su existencia precedente "Allan Kardec", de manera definitiva.
Libros que codificó y escribió:
El libro de los Espíritus (1857)
Qué es el Espiritismo (1859)
El libro de los Médiums (1861)
El Evangelio según el Espiritismo (1864)
El Cielo y el Infierno (1865)
La Génesis (1868)
Obras Póstumas (1890)
El 1 de Enero de 1858 el misionero Lyonés publicó el primer número de la Revista Espírita, que sirvió como poderoso auxiliar para el desenvolvimiento de sus trabajos, tarea que realizó sin interrupción por 12 años, hasta su muerte. Debe figurar en la relación de obras, no sólo por haberla dirigido hasta 1869, sino tambien porque sus páginas expresan el pensamiento y la acción de Codificador del Espiritismo.
El 1 de Abril de 1858, Allan Kardec fundó la sociedad Parisiense de Estudios Espíritas, que tenía por objeto el estudio de todos los fenómenos relativos a las manifestaciones espíritas y sus aplicaciones a las ciencias morales, físicas, históricas y sicológicas.
De 1855 a 1869, Allan Kardec consagró su existencia al Espiritsmo. Representando al espíritu de Verdad, estableció la Doctrina espírita y trajo a los hombres el Consolador Prometido.
El Codificador desencarnó en París, el día 31 de marzo de 1869, a los 65 años de edad. En su tumba está escrito: "Nacer, morir, renacer y progresar sin cesar, tal es la Ley".

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Nacer, morir, renacer y progresar sin cesar, tal es la Ley".